PRIMERA TEORIA DEL ESCAPE DE LUIS XVII

Aún cuando se manejó por muchas personas la posibilidad de que el niño Rey, Luis XVII, al ser arrancado de los brazos de su madre el 3 de julio de 1793, (ver pieza en este blog en Archivo julio/2007: "Julio 3 de 1793: Separación de Luis XVII y María Antonieta") cinco meses y dos días después del asesinato de su padre, podría ser precisamente esa fecha cuando el niño fue sacado de la prisión, esta teoría no se puede sostener debido a que, en sus memorias, su hermana Madame Royale, después Duquesa de Angouleme, escribió que la Reina María Antonieta los siguientes dos meses en que continuó en el Temple, se pasaba horas enteras, espiando por una rendija, sólo para verlo pasar unos instantes, cuando Luis Carlos, cabizbajo, llorando y cantando canciones de sucio contenido, seguía a su “tutor” el zapatero Antoine Simon.- Además, los primeros días, lo oían llorar, ya que ellas, Madame Royale, Madame Elisabeth y la Reina estaban prisioneras en el piso inmediatamente superior al de él.- Y escuchaban cuando el zapatero lo obligaba a lanzarles insultos, como cuando hacían ruido moviendo algún mueble y el niño exclamaba en voz alta: “¿Hasta cuando van a decapitar a esas perras de arriba?”, para luego escuchar la burlesca carcajada del zapatero. ¿Se imaginan lo que esto les causaba tanto al niño como a la Reina, que se querían tanto?
Otro dato que echa abajo la anterior conjetura es que en octubre de ese mismo año, al llegar los Acelerados, a interrogar a Madame Royale y Madame Elisabeth (la Reina, ya había sido transferida en septiembre a La Concergierie) sobre la sucia calumnia inventada por Hébert, sacaron de la celda, sola, a María Teresa y la hicieron pasar por la sala donde se encontraba confinado el niño, quien al verla corrió a abrazarla, respondiendo con afecto ella, pero fueron separados al instante y con brusquedad.
Se tenía noticia cierta del niño hasta enero 16 de 1794, fecha en que Antoine Simon y su esposa, Jeanne, quienes se habían internado voluntariamente para hacerse cargo de la “educación” republicana del Rey, al mismo tiempo que lo convertían en su sirviente desde julio de 1793, renunciaron a ese trabajo.
Varios historiadores indican que el zapatero tuvo que escoger entre continuar siendo diputado o continuar en el Temple para educar a Luis Carlos. Si escogía el segundo trabajo entonces le impediría presentarse a todas las juntas y reuniones a lo que le obligaba su cargo como legislador y perdería derechos y un sueldo mejor. Ante lo cual se dice, renunció al trabajo de “preceptor” del Rey.
Este hecho y ante la situación de los audaces intentos de rescate del niño que habían sido desbaratados a tiempo, se optó, dicen, por mantener en confinamiento solitario al niño, manteniéndolo en una habitación sin ventanas y oscura, quedando en el más completo abandono.
Ahora bien, las cuentas de la lavandera que se conservan en los archivos nacionales, se ve un detalle: A partir del día en que los esposos Simón abandonan el Temple, no hay registro de lavado de prendas del niño. Se dice que porque se enfermó y no utilizó ni ensució prendas. Volviendo a registrarse lavado de prendas del niño hasta 15 días después.
Se asegura que muchos años después, la Duquesa de Angouleme visitó en el Hospital de los Incurables, a la viuda del zapatero, quien, le comentaron, afirmaba a los cuatro vientos y ante quien quisiera escucharla, que ella y su esposo habían sacado a Luis Carlos en una cesta de ropa sucia escondido dentro de un caballito de madera (*).- Pero también, se asegura, que después de la conversación que la viuda Simon tuvo con la Duquesa, unos funcionarios del gobierno del Rey Luis XVIII, tío del niño, fueron a platicar con la señora, quien a partir de ese día guardó un profundo silencio respecto al tema.- Recordemos que Antoine Simon fue guillotinado seis meses después de haber dejado su trabajo en el Temple, pues cayó junto con su jefe, el bestial Robespierre en el suceso conocido como 9 Thermidor.- Noten este dato curioso: En julio de 1793 recibe al niño, seis meses despues deja el encargo y seis meses después es guillotinado, es decir, a sólo unos días de cumplir el año de hacer sufrir tanto al niño como a la Reina.
Los que creen que esta teoría sea cierta es que los quince días de la supuesta enfermedad de Luis Carlos en los que no se registró prenda para lavado, fueron los que se tardaron en conseguir a un niño parecido pero sordo y mudo.
De nuevo, volvemos a las memorias de la Duquesa, en las que cuenta que se sorprendió muchísimo, dentro de su gran dolor y desesperanza, cuando la enteraron días antes de su liberación (diciembre 19 de 1795) que su hermano había fallecido en su celda, pues ella al saber que se habían ido los Simon de la fortaleza, no volvió a escuchar ruidos ni voces en el piso de abajo, estando ella convencida de que su hermano ya no estaba en el Temple.

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Nota: En muchas novelas de escapes que se escribieron durante y posterior a la época de la revolución francesa (ejemplo, El Conde de Montecristo, El Hombre de la Máscara de Hierro, Pimpinela Escarlata, etc., vemos que se basaron en las diversas teorías que surgieron por la supuesta evasión de Luis XVII, mejor conocido como "El Delfín Perdido" o "El Niño del Temple".- Sigue en pieza proxima una interesane Cuartilla de Nostradamus sobre este asunto en particular.