IVAN VI DE RUSIA .- CONMEMORACION

(Agosto 23, 1740-Julio 5, 1765)
En este rincón dedicado al Niño Rey, Luis XVII de Francia, damos un respetuoso espacio para recordar a otro Niño Rey sacrificado por la ambición de los adultos.
Ivan Antonovich, abrió sus ojos a la luz, en San Petersburgo, un día 23 de agosto del año de 1740 (45 años antes que nuestro Sol Robado), siendo bisnieto de la Zarina Ana de Rusia, quien lo adoptó a la edad de ocho semanas y lo declaró sucesor legítimo al trono el 5 de octubre del mismo año.
A la muerte de su tía bisabuela, el 17 del mismo mes y año, y el día 28 fue proclamado Zar de Todas las Rusias.
La desgracia de este niño fue la liviandad e irresponsabilidad de su madre, la princesa Anna Leopoldovna y la debilidad y pusilanimidad de su padre, el príncipe Antony Ulrich de Brunswick-Lüneburg
Estando siempre, la ambición humana muy alerta, se aprovechó de esta situación, Isabel, dio su coup d’état el 6 de diciembre del siguiente año, autonombrándose exitosamente como Zarina y, por supuesto, quedándose con todo el poder.
Apartó al niño de su familia, enviándolo a Kholmogory en el Mar Blanco, quedando él en una soledad casi total donde sólo tenía la compañía de su celador, por doce años. Esto con el fin de que el pueblo se olvidara de él.
Cuando comenzaron a esparcirse los rumores de que el Zar legítimo se encontraba en ese lugar, fue enviado en seceto a la fortaleza de Shlisselburg en 1756, teniendo el “cuidado” de no dar la identificación del prisionero.
A la muerte de Isabel, y al posterior ascenso de su hijo Pedro III, se dice que mejoraron las condiciones del prisionero ya que el nuevo Zar lo visitó y le tenía simpatía, pero al perder Pedro el poder a manos de su esposa Catalina (más tarde, Catalina la Grande), todo cambió para mal.
El guardián recibió órdenes de encadenarlo y hasta de golpearlo si se ponía rebelde.
Catalina dio órdenes secretas al guardian de que si se suscitaba algún intento por liberarlo, fuera asesinado en el acto. Todo esto tenía una base muy fuerte, Catalina era Alemana y el pequeño Zar era Ruso, así que ella, que no estaba todavía tan afianzada en el poder, podria perder muy fácilmente lo ganado ante primero un Zar legítimo, de nacionalidad Rusa como su pueblo y prisionero injustamente.
Muchos contrarios a la nueva Zarina, lo utilizaron para promover revueltas pero no prosperaron, ella ya habia hecho sus cálculos con mucho tiempo.
Sin embargo, en una de esas revuelta, un subteniene de la prisión, supo de él e hizo un plan para liberarlo y proclamarlo Zar. El 5 de julio de 1764, a la medianoche, Mirovich pudo con ayuda de otros militares, apoderarse de la prisión, arrestando al comandante Berednikov y exigió la entrega de Iván.
Sus carceleros, siguiendo las órdenes del comandante, un Teniente Chekin, lo asesinaron. Fue enterrado muy calladamente en la prisión. Así la Zarina, pudo descansar de ese temor y aseguró la línea de sucesión de su hijo.
Se dice que tantos años de encierro y aislamiento habían hecho mella en la salud mental de este niño, sin embargo, sabía leer y había leído la Biblia y por supuesto que estaba más que consciente de que él era el legítimo gobernante y Zar de todas las Rusias.
El vivió 24 años, pasando 22 como prisionero aislado.
Otro crimen sin nombre, pero esta vez, exclusivamente por la ambición de sus propios parientes y la debilidad e irresponsabilidad de sus padres que vivieron egoísta y disolutamente su vida sin pensar en las consecuencias que tendría esa disipación en la vida de su pequeño.
Aquí se desbarata una probabilidad que nos comentan varios autores sobre nuestro Sol Robado, en el sentido de que por estar preso y aislado dos años, Luis Carlos parecía estar sufriendo de su salud mental, pues Iván que pasó 22 años así, no acusó ningún mal psíquico.
Ahora que, si fuese cierto que Luis Carlos, sufrió daño mental, en sólo dos años de encierro aislado, nos indica que su martirio fue mucho más intenso.
Esto confirmaría que los Acelerados fueron, en verdad, más que crueles y no solo se contentaron con utilizarlo ante la Historia como el responsable de la muerte de su madre, la Reina Maria Antonieta, al sacarle la firma para acusarla (a ella y a su tía Madame Elisabeth) de abuso sexual, sino que también descargaron su odio irracional contra ese huérfano indefenso. Es inexplicable este comportamiento de la gens humana.
Así que, estamos recordando respetuosamente al niño Zar, IVAN VI de Rusia como otro ejemplo de sufrimiento de la niñez.
¿Porqué seremos la especie humana los más crueles con nuestros pequeños? ¿Qué tan lejos estamos de despojarnos de ese fardo de irracionalidad y odio en nuestra conducta hacia nuestra propia especie?

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