225 ANIVERSARIO NACIMIENTO DEL REY LUIS XVII

Estamos conmemorando el 225 aniversario del nacimiento del Rey Luis XVII que llegó a este mundo el lunes 27 de marzo de 1785, a las 18:25 horas en un Lunes de Pascua.
La Reina María Antonieta lo trajo al mundo en su recámara (la más famosa y más vista habitación del Palacio de Versalles) frente a todos los testigos que requerían los cánones de ese régimen.

Existiendo en ese momento el Delfín de 4 años de edad, Luis José Xavier Francisco, es decir, el primer hijo varón, aunque el segundo en línea, la llegada de Luis Carlos, fue motivo de regocijo, pero los festejos no se compararon, por motivo de su rango, a los del entonces heredero de la corona. Aunque estamos seguros que para su madre y su padre, fue igual motivo de orgullo y grande alegría.
Como lo hemos ya apuntado varias veces, la fecha de su llegada pareciera ser una señal de lo que sería su corta pero intensa vida. Tan intensa que por ya más de doscientos años, su vida ha sido un motivo apasionante para varias generaciones.
El día en que vió la luz primera en medio del esplendor correspondía al día posterior a la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
El signo astrológico es el de Aries, correspondiendo a la Primavera, que había sido su heraldo con unos cuantos días de anticipación.
Aries es el Carnero, que desde la antigüedad se ofrecía como sacrificio por considerarlo puro. Y esto nos indica que por algún misterioso designio de un orden superior con el fin de que se convirtiese en un símbolo y una enseñanza para las nuevas generaciones, su destino ya estaba sellado al llegar en un momento tan crítico.
La Primavera nos señala su tierna edad y su inocencia. Y la Pascua, nos sugiere una resurrección después de un doloroso martirio. Que ya se dió en el 2002 cuando se comprobó que el corazón que conservó el médico que hizo su autopsia había latido en el pecho de ese inocente príncipe y fué colocado en un nicho en la Basílica de Saint Denis, donde descansa cerca de la tumba simbólica de sus padres, que fueron, como todo mundo lo sabe, cobarde e injustamente asesinados.
Pero así como el Carnero, este niño, fue sacrificado en su inocencia ante el dios satánico de los perversos y de corazones oscuros, maltratándolo física y moralmente, y al igual que un Sol Naciente, un Sol Niño, fue eclipsado por un Marte irracional, rabioso pero cobarde como el que más.
Hoy como en todos sus cumpleaños, sólo nos dedicaremos a celebrar su llegada a este mundo.
Luis Carlos con su sacrificio, a lo largo de estos dos siglos y cuarto, ha motivado a muchos hombres y mujeres sensibles para que den a conocer este delito y su recuerdo perdure por siempre.
LUIS CARLOS:
¡Te deseamos un Feliz Cumpleaños rodeado de los Ángeles en el Cielo!
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Les suplicamos unir sus oraciones a las nuestras en este día para el descanso del alma de este inocente niño, a través de cuyos ojos podemos ver también a toda la niñez sacrificada de los funestos años de la revolución francesa
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