212 ANIVERSARIO LUCTUOSO DEL REY LUIS XVII
JUNIO 8 DE 1795: DESAPARICION DEL SOL ROBADO
10 Años, 2 Meses y 12 días de vida.
Hoy estamos conmemorando el aniversario 212 de la desaparición de nuestro Sol Robado, es decir, el Rey Niño Luis XVII.
Este niño huérfano era ya el Rey de Francia y Navarra, desde el momento en que su padre, el Rey Luis XVI fue asesinado en la guillotina el aciago dia 21 de enero de 1793. Era el depositario de la misión de la monarquía francesa. Y era la esperanza de toda la gente de bien de ese país.
Utilizo la palabra “desaparición” por la multitud de rumores, cuentos, hipótesis y una serie de incongruencias que se fueron enlazando por tres años y aun cuando su supuesta muerte fue publicada en el diario El Monitor por parte de la gavilla de asesinos que “gobernaban” Francia en esa orgía demoníaca llamada “revolución francesa”, por su misma actuación, no consideramos dignos de crédito ni por un segundo su aviso sobre la muerte del niño mártir.
Existe un acta de defunción expedida por los Doctores Philippe Jean Pelletan, Lassus, Domangin y Jeanroy, en donde asentaron el procedimiento que le fue aplicado al cuerpo de un niño que se dice tenía el físico de 10 años y donde quedó registrado claramente por parte de los médicos que su identidad era “el hijo de Luis Capeto, según nos dicen los comisarios...” lo que significa que los galenos no podían asegurar que el cuerpo de ese niño perteneciera al Rey Luis XVII.
En ese documento también quedó registrada la hora de su muerte a las 14:45 horas del lunes 8 de junio de 1795.
Aquí fue donde el Dr. Pelletan, cuenta, que en un descuido de los guardias, robó el corazón de Luis Carlos, según la tradición monárquica de extraer el corazón de los reyes y conservarlo.
El corazón de Luis Carlos que en vida estuvo lleno de dolor inició una increíble odisea de 200 años y, al parecer, ha podido hablar gracias al ADN.
Hay tanto qué decir sobre este doloroso asunto.
Como el caso de la tardanza más que a propósito de la Comuna para enviar un médico aún cuando con bastantes semanas de anticipación, sus guardianes dieron aviso de que Luis Carlos estaba muy enfermo y cada día se agravaba mas.
El aislamiento, los malos tratos, los insultos, el abandono total al que estuvo confinado, la oscuridad de su celda, la mala alimentación, su enfermedad: su cuerpo estaba lleno de costras e infestado de gusanos. Su cama estaba llena de bichos.
Existen documentos en los que quedaron los comentarios malvados de los “diputados” revolucionarios que se hablaban con burla diciendo que Luis Carlos saldría de prisión, añadiendo con sorna, “pero no por su propio pie”.
El escritor Beauchesne que pudo entrevistar en vida y en persona a uno de los últimos guardias de Luis Carlos, un tal Gomin, le relató los últimos dos días de vida de nuestro Sol Robado:
Cuenta Gomin que aun cuando Luis Carlos estaba muy grave, el día anterior a su muerte no sufria ya tanto dolor. Dos días antes, estando muy mal Luis Carlos, Gomin dijo que el niño lloraba silenciosamente y le preguntó la razón, a lo que nuestro Sol respondió: “Es que siempre estoy solo”.- Se imaginan a un niño de 10 años, martirizado, insultado, separado de todo rostro familiar y sin un solo amigo por más de DOS AÑOS! Y como ignoraba que su madre, la Reina Maria Antonieta habia sido asesinada, él creía que ella estaba enojada con él porque no habia recibido su visita en todo ese tiempo!!
Continua contando Gomin que cuando llegó por la mañana a revisar, el mismo Rey le dijo que ya no sufría tanto y en un momento su rostró cambió como transportado, cuando Gomin arrodillándose para acercársele intentó hablar, Luis Carlos le pidió que guardara silencio y le preguntó que si escuchaba la música a lo que Gomin respondió: ¿Qué musica? ¿De donde viene? Y el niño dijo: “De arriba, empezó cuando tú te arrodillaste; escucho voces cantar y entre ellas reconozco la de mi madre”.- Gomin dijo que no quiso quitarle la ilusion. Así pasó ese dia y esa noche el niño: en agonía y solo.
Al siguiente dia, es decir el lunes 8 de junio, el ayudante de Gomin, un comisario apellidado Lasné, llegó a revisarlo y vió que el niño agonizaba, lo tomó en brazos y Luis Carlos le dirigió estas sus últimas palabras: “Yo quisiera decirte que..” y en ese momento Lasné sintió como su cabecita, sin vida, caía sobre su pecho.
Cuenta el mismo Lasné que todos los comisarios lloraron y él más tarde, después de armarse de valor, entró de nuevo a la celda y le descubrió el rostro y dijo que parecía que Luis Carlos solo dormía.
Su sufrimiento, su martirio, el enigma de su desaparición así como su inocencia reforzada por su corazón son como un eterno castigo para esa turbamulta de brutos sanguinarios.
Su corazón descansa en la Basílica de Saint Denis, en París, Francia, muy cerca de las tumbas simbólicas de sus padres ya que sus cuerpos no pudieron nunca ser identificados.
Hoy se estarán diciendo misas en muchas partes del mundo así como en Francia por los monarquistas y se está empezando a hacer campaña para hacer del Niño Mártir, el Rey Luis XVII, el santo patrono de los niños maltratados.
ATTENDITE ET VIDETE SI EST DOLOR SICUT DOLOR MEUS
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