LUIS XVII ¿OCULTO EN EL CASCANUECES?

Esta historia que se ha convertido ya en un clásico ballet imprescindible en la época de Navidad en todo el orbe, cuya autoría se debe al escritor Alemán E.T.A. Hoffman (1776-1822) que publicó en 1816 bajo el título “La Historia de un Cascanueces y el Rey Ratón”, no tenía para nada la intención de ser un cuento infantil, sino la de mostrar el lado oscuro de la humanidad.
El escritor nació 9 años antes que Luis Carlos y por supuesto que los eventos satánicos que se dieron en Francia entre 1789 y 1814 tuvieron que estar más que presentes en todos los Europeos incluyendo a Hoffman.
Desafortunadamente, como todo lo que conlleva una calidad excepcional, ese film no está al alcance del público. En realidad, descubrimos, de ocasión, ese film hace dos años en un canal de televisión en México -Canal 22 - cuya programación está dedicada a la alta cultura y por lo tanto no es comercial.- Parece que en 1998 fue incluido este corto (27 minutos) en una película Estadounidense llamada “Historias de mi Infancia”, pero ésta no la hemos visto.
En la versión de Stepantsev se todo inicia con la celebración del nacimiento del Príncipe Heredero y la violenta irrupción a la fiesta de una Reina Ratona ofendida por no haber sido incluida entre los invitados y unos insultos imaginados para sus ratoncitos que, en realidad, eran pretextos para sus malsanos y oscuros fines.
Y el clarísimo e innegable simbolismo aquí es sorprendente: La Reina Ratona tiene ¡TRES CABEZAS! En una más que clara alusión al ¡TERCER ETÁT! Y tal ser surge ¿De dónde más? ¡De las cloacas! En todos los sentidos.
Y como todos lo sabemos, el Tercer Etát fue manejado y controlado por unos tipos ruines, perversos, bajos, desalmados y psicópatas, que se auto-nombraron “Defensores de los Derechos del Hombre” y lo que cometieron fueron crímenes contra la Humanidad. Esto no lo puede negar nadie.
En su venganza por tal “afrenta”, la Reina Ratona se roba al Príncipe y lo convierte en un Cascanueces pequeñísimo lo que dificulta que lo puedan encontrar e imponiéndole un hechizo para que no pueda hablar, mientras con su magia diabólica y sucia congela al Rey y a la Reina, dejando al reino en la más fría oscuridad.
Y como ese caso no tuvo solución en el tiempo del escritor ni ahora y parece que jamás la tendrá, el final del cuento no puede darse más que presentándolo como un sueño.
Pero en la cruda realidad, el dulce Cascanueces continúa perdido y la Reina Ratona (el Tercer Etát) sigue usurpando un lugar que no le corresponde.
Lo bello de esta historia es que la excepcional música del excelso compositor Ruso, Piotr Ilyich Tchaikovsky suaviza la tristeza y la nostalgia de este trágico caso y nos da, aunque muy leve, una esperanza de saber dónde quedaron, por lo menos, sus restos.
Y cada año celebramos, en el corazón, disfrutando ese bellísimo ballet con la coreografía del extraordinario coreógrafo Francés, Marius Petipa, la resurrección de nuestro Sol Robado que coincide con la resurrección del Sol - el Sol Niño- en el Solsticio de Invierno.
Ojalá que pronto, muy pronto, podamos romper ese maldito hechizo y lleguemos a encontrar al dulce e inocente Cascanueces y su retorno al lugar que le corresponde.
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Datos Importantes de “El Cascanueces”
1816.- Publicación del cuento “La Historia de un Cascanueces y del Rey Ratón” de E.T.A. Hoffman
LOS HOMBRES NOTABLES DE "EL CASCANUECES" Y GRACIAS A DIOS POR ELLOS:

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