Debate sobre Quien es el Verdadero Luis Carlos en los Cuadros pintados por Varios Artistas
Querida Laura, Tu inquietud es compartida por cientos y cientos de personas en cuanto a que si en los cuadros que se publican en revistas, libros e internet aparece el Primer Delfín, Luis José Xavier o el Segundo Delfín y Rey de Francia y Navarra, Luis Carlos.- Como lo explicas, se dice que sólo uno de los niños era rubio. Ambos lo eran. Y otro detalle es que Luis José Xavier, comenzó a enfermar muy pequeño de un tipo de tuberculosis que le deformó los huesos y su columna haciéndolo sufrir intensos dolores y Luis Carlos fué más saludable. Bueno, pues el Delfín jugando con el yo-yo (o algo así, los expertos de la época dicen que no es precisamente un yo-yo, sino un juguete parecido, a mí sí me parece un yo-yo) es el Primer Delfín y el cuadro que aparece en este blog en la pieza más reciente donde conmemoramos el aniversario de su nacimiento, es Luis Carlos, a los cuatro años de edad y como podemos ver, rubio. Ahora bien, el cuadro estelar de este blog, es una versión del pintor Alexandre Kurcharsky de un Luis Carlos a los 10 años, y si nos fijamos muy bien, es exactamente el mismo cuadro: las cejas, las pestañas, la nariz, la boca y la misma perspectiva sólo que mirando desde la izquierda, cambiando el color del pelo de rubio a castaño y de ondulado a lacio pero el color de su traje y el tipo de encaje son parecido. Por su belleza tan grande y casi femenina, como lo apunta Lamartine, rubio y con bucles, pudiera haber perdido seriedad y majestad su figura. Ahora bien, el lacio puede ser que sí hubiera cambiado, pues como vemos en el perfil que le fué elaborado en sus últimas semanas de vida, el pelo aparece lacio, y me imagino que fué producto de los cortes, mejor dicho tajos, que le hicieron los comisarios en El Temple.
Recordemos que cuando Luis Carlos le fué arrebatado con lujo de crueldad y sadismo a su madre la Reina María Antonieta, el 3 de julio de 1793, y lo entregaron horas después al zapatero remendón Antoine Simon para que le diese una 'educación republicana' lo primero que hicieron fué cortarle sus preciosos rizos a tajos, para que pareciera un patancito. Este fue otro golpe más de los miles que por años le propinaron los Acelerados a la Reina. Y por supuesto, la humillación para el pequeño y obligarlo a usar el 'gorro frigio' y la cocada tricolor para que cantara "La Marsellesa", "La Carmagnola" y otros himnos de contenido ofensivo para su madre, la monarquía y Dios, mientras bailaba un zapateado sobre la bandera de San Luis Rey. Cuando no cantaba y bailaba mostrando alegría, se encargaban de 'estimularlo' con unos buenos golpes, para que aprendiera.
Cuando le pidieron permiso para hacerle su imagen en 'silhouette', Luis Carlos salió de su letargo y silencio. Le acababan de arreglar el pelo pues su trato había mejorado por órdenes del Conde Paul Barrás que tomó el gobierno al caer Robespierre. Así que es el mismo cuadro, con sólo unos detalles cambiados. Y todos los cuadros me gustan, pero el de Kurcharsky, en lo personal, me gusta más pues el artista logró captar en su mirada tantos matices: amor, bondad, majestad, autoridad legítima, grandeza e inocencia que nos mueven tantas emociones.
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